Articulo para Olympus Passion Photography (Magazine_82)

Olympus Passion Photography

Una expedición, una vida, un sueño que nunca se soñó. Los juegos de niño se han convertido en mi día a día. Amanecer con la cámara a un lado, despertar entre montañas, descubrir paisajes, horizontes y, sobre todo, disfrutar de la hermandad y los lazos que se tejen en el camino.

Mi nombre es Manuel Lima. Desde muy niño he estado entre cámaras de fotografía y cine. He podido convertir esos juegos infantiles en mi profesión. He navegado por la era del 35 mm, el formato medio, paseado por laboratorios fotográficos y al vivir la magia del cuarto oscuro decidí no abandonar la fotografía.

Con la llegada de la era digital, mi primera cámara fue una Olympus E-500. Esa cámara me acompañó durante muchos años y la llevé a alturas de 4.700 msnm, respondiendo con una precisión y exactitud maravillosas a pesar de su sencillez. Con el paso de los años y mi profesionalización en la fotografía, adquirí la E-3, cámara que resistió una impactante caída y aún así sigue funcionando hasta la actualidad. Luego, me hice con la Olympus E-5, la cámara más perfecta y extraordinaria con la que he trabajado en la era de la fotografía réflex. Es importante mencionar que en aquella época el mercado estaba dominado por Canon y Nikon, y al utilizar la marca "extraña", tuve que enfrentar muchos desafíos fotográficos, reportajes y principalmente como docente probando diversas marcas. Esto me permitió conocer muchos modelos de distintas casas, y enamorarme más de mis Olympus.

Pero no todo es amor. Con la llegada de las cámaras sin espejo, fui un poco renuente en realizar el cambio. La descontinuación de las réflex en Olympus fue una gran decepción con la marca, pero el impulso para dar el salto. Muchos se me han preguntado: ¿por qué no he cambiado de marca?. Desde el 2006 he tenido Olympus y hay factores que me han hecho seguir siendo fiel. En primer lugar, durante tantos años me he sentido muy cómodo con el formato 4:3, el cual es una gran ventaja para mi estilo de fotografía y vida, donde el tamaño y el peso son importantes. Además, adquirir tantos accesorios y lentes de la marca hace difícil pensar en cambiarse de marca. Por otro lado, Olympus ha sido una marca con la que me he sentido respetado como usuario, actualizando sus modelos cada 3-4 años, lo cual permite disfrutar y sacar provecho sin el constante bombardeo de nuevos modelos cada año. Esto sin mencionar la excelente calidad óptica que ofrecen sus lentes.

Sí, finalmente tuve que cambiarme a una cámara sin espejo y adquirí la OMD-EM1. Al principio me costó entender y disfrutar esta cámara, ya que mi mente seguía pensando en la fotografía clásica y el mundo de las réflex. Sin embargo, hace unos años adquirí la OMD-EM1X y al investigar sobre sus avances pude comprender lo fascinante de las cámaras sin espejo de Olympus. Fue toda una revelación ver, conocer y utilizar todas las ventajas que esta cámara ofrece, como sus modos de enfoque por detección, el Live Composite, su estabilización y otras fascinantes características que siempre han acompañado a la marca.

Por tanto, hoy disfruto viajar, aventurarme y vivir de la fotografía. Y hoy escribo estas líneas desde los 5.400 msnm, frente al volcán más alto del mundo, el Nevado Ojos del Salado. Dentro de 5 días espero llegar a su cumbre, con mi cámara Olympus para documentar esta nueva aventura.

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